jueves, 14 de agosto de 2008

POEMA A SU MADRE

CUANDO TÚ NO ESTÉS

¿Por qué te digo todo lo que siento…?
¿Crees tú que siento todo lo que eres…?
No, madre, no…
Nada digo, pero siento que eres mucho.
estoy frente a ti como en un oasis,
y quiero beberme toda la frescura,
porque sé el desierto que me espera luego.
Como cuando niña vuelvo a sollozar:
¡No me dejes sola porque siento miedo…!
Miedo de la noche, miedo de la vida,
miedo del dolor, de la angustia y de la muerte.
Y cuando no estés será mi noche,
Sobrará la vida, faltará dolor.
Y un mundo en la frente,
de angustia y de muerte
atará mis venas, gritará tu ausencia
dirá que ya nunca, después de mi pena,
tendré las caricias de tus manos tibias.
Dirá que en mis noches felices, sin calma,
tus ojos azules no serán el rocío
que apague el incendio de mi sangre urente.
Y después de mis gritos injustos,
No hallaré el perdón que me ofrecen tus ojos.
¡Mamá!…Tengo horror…
Me espanta la idea de que no estarás…
Cuando mi existencia se torne martirio,
Cuando me quemen los ojos de llanto
sintiendo que en ti no hallaré consuelo.
¡Ay!, Señor, ¡No me dejes que yo la vea muerta!
Porque aunque no quiera tendré el alma hueca,
párpados de lienzo, labios de madera,
corazón de lata, sentidos de ausencia.
¡Madre, no me dejes!
Te tengo y tengo terror de perderte.
niégame tu amparo, pero no te vayas.
Que cuando no estés…
Sí, cuando no estés,
viviré la muerte de saber tu muerte.

NATI MARÍN- 1965
(a los 16 años)

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